5.7.07

domingo 05.07.1807 – 8 a.m.

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ataque al Retiro

Auchmuty llevó a sus hombres por el medio de la manzana (entonces una quinta) de M.T.Alvear entre Suipacha y Esmeralda, tomando la siguiente calle, Paraguay. Allí bajaron al río, refugiados por el Zanjón de Matorras, que corría por esa calle (hoy puede verse su forma, oculta bajo la calle Tres Sargentos). El mayor Miller (moriría en el ataque) quien había desembocado por Santa Fe, al mismo tiempo que Auchmuty, debió virar con su regimiento, debido al fuego del Retiro. Entrando por Suipacha, llegaron a Paraguay, donde se unieron al regimiento de Auchmuty. Este regimiento perdió todos sus capitanes por el ataque. Esta columna tomó una gran casa que había en la orilla del río (a esa altura, por 25 de Mayo) y allí reorganizó sus fuerzas.

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Retrasado unos minutos, Nugent emergió por Juncal y en la esquina de Suipacha, recibió los disparos de un cantón ubicado en diagonal a la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro, el terreno de Zuloaga. Con celeridad, Nugent rompió la puerta de la casa a culatazos y sus hombres ultimaron a los defensores. Como un cañón ubicado en la esquina de Esmeralda, detenía su avance, Nugent irrumpió con sus hombres por la casa quinta de Riglos (enfrente al Socorro y al terreno de Zuloaga, próximo al río). Marchando por la barranca, el regimiento de Nugent tomó el arsenal, el cuartel y la batería de Abascal. Pudieron usar uno de los cañones del cuartel, para atacar a la Plaza de Toros.

Auchmuty iba a retroceder hasta el Convento de las Catalinas, en Viamonte y San Martín, para reorganizar sus tropas. En esa ocasión, imprudentemente, los defensores de la Plaza de Toros salieron a perseguir la retirada del enemigo. En ese momento, la columna de Nugent sorprendió a los atacantes, en un enfrentamiento tan feroz como decisivo. Tras abandonar gran parte de la artillería, los defensores volvieron a encerrarse en la Plaza de Toros, en decidida inferioridad.

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ataque a Santo Domingo

Un cañonazo abre el portón de la calle Balcarce por los fondos de Santo Domingo. Con notable celeridad, los británicos lograron entrar a la iglesia, tomando el templo. Dennis Pack fue uno de los primeros en entrar, así como el primero en buscar las banderas y hacerlas ondear, como desafío en el campanario. La flota británica anclada en el río saludó con estruendos, el flamear de la bandera del 71 ondeando en la torre de la iglesia. Craufurd dispuso a su tropa en la única torre que tenía, entonces, Santo Domingo (la próxima al río) y en los techos. Pero éstos eran resbaladizos y empinados, con poca protección para resistir el fuego de las casas circundantes. No obstante, las tropas de Craufurd provocaron muchas bajas en los Cántabros–Montañeses de Pedro Antonio García que respondían al fuego desde los cantones en Belgrano y Defensa. Craufurd dispuso una guardia frente al altar para evitar saqueos, pero igualmente algunos ornamentos religiosos fueron robados.

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la distracción central

Kington ha quedado herido, tendido en las calles, donde fue recogido por los mismos Patricios que habían combatido contra él. Liniers lo hizo transportar a la casa de Anita Perichón, su amante, donde fue “atendido como un hijo”, según las fuentes inglesas.