7.2.07

viernes 07.02.1807 – reunión secreta

Poco después del atardecer, Saturnino Rodríguez Peña llegó a la casa de Martín de Álzaga para la trascendental reunión que había acordado en la víspera. Rodríguez Peña expresó que el único objeto de su visita era “el amor a la Patria, salvar nuestras vidas y propiedades para lo cual es necesario, y ante todo, contar con el conocimiento del señor don Martín, porque de lo contrario nada haríamos”. Álzaga le contesta que “tratándose de salvar a la Patria en toda su extensión y relaciones me prestaré gustoso”.

Tanteando el terreno, Rodríguez Peña le confió la existencia de un plan para independizarse de España, con el apoyo de Gran Bretaña, ya que los ingleses habían llegado al Río de la Plata no “con el ánimo de conquistar sino determinadamente para formar y consolidar con nosotros unos vínculos de amistad recíproca y unos tratados de comercio libre, protegidos y sostenidos pro sus escuadras”.

El plan contaba con la anuencia del general Beresford y, según Rodríguez Peña, con la conformidad de Liniers.

La reunión terminó cerca de la medianoche y Rodríguez Peña no se llevó una respuesta terminante de Álzaga. Quedaron en un próximo encuentro, con garantías escritas de Beresford del compromiso británico.

No volvieron a reunirse, posiblemente porque Rodríguez Peña logró enterarse que Álzaga había ocultado, tras una cortina, al capitán Dozo, al regidor Fernández de Agüero y al escribano Cortés, testigos de la reunión, labrando un acta que firmaron todos. Precavido, Rodríguez Peña huyó de Buenos Aires poco después.

¿Era Álzaga el hombre que anuncia Beresford en la carta del día 6, a Auchmuty? ¿Aceptaría la independencia, ante la inminente amenaza de una nueva invasión inglesa? ¿O estaría dándole cuerda a Rodríguez Peña para conocer a los colaboradores del plan de emancipación?

Misterio que guarda la historia argentina.