13.8.06

viernes, 13.08.1806 – capitulación

Uno de los grandes misterios de la histografía nacional son los idas y vueltas de la capitulación de Beresford que pone en dimensión las internas políticas de la ciudad. Carlos Roberts no duda en echarle la culpa a Liniers “por su absoluta falta de carácter”. Para Paul Groussac, su connacional “fue víctima, una vez más de su generosidad caballeresca, de su bondad ingénita, que llegaba a la imprudencia y sólo se detenía ante la barrera insalvable del honor y del deber”.

Se ha visto la desprolijidad en la rendición de Beresford, ante el temor del desborde de la población en armas. La población creyó que Beresford se había rendido incondicionalmente, cuando en realidad hubo un pacto de caballeros, para acordar una rendición. Al día siguiente de la Reconquista, Beresford y Liniers prepararon el primer borrador en inglés y francés, acordando ponerlo en limpio, más adelante, en inglés y español, para su firma. A las dos de la tarde, Liniers envió emisarios a Montevideo, con una carta de Beresford, pidiéndole a Popham transporte para el retiro de las tropas británicas.