22.8.06

domingo, 22.08.1806 – el libro de los juramentados

Beresford envió cartas al gobernador de Montevideo,
Ruiz Huidobro
protestando por las derivaciones de la negociación de la capitulación y reclama al gobernador que ordene a
Liniers
el embarco de las tropas británicas.

Tanto Ruiz Huidobro como Liniers tardarían unos días en responder las misivas de Beresford. Pero este domingo, Beresfor recibió, en nota oficial, el pedido de Liniers del cuaderno donde estaban registrados los nombres de los vecinos porteños que habían jurado, voluntariamente, su fidelidad a Su Majestad Británica. Beresford aduce haber perdido el cuaderno, en el fragor de la Reconquista, pero le hace llegar el listado de oficiales que juraron. Aprovecha la nota, para insistir en su pedido de que no se retrasara el embarque de los soldados ingleses.

El valioso cuaderno con el nombre de los juramentados no había desaparecido. Estaba en manos del capitán Alexander Gillespie quien lo entregó al Foreign Office en 1810, al Honorable Spencer Perceval. Quedan registros del recibo del cuaderno, con fecha 4 de septiembre de 1810, “Recibido este día, de manos del capitán Alexander Gillespie, de los marinos reales, un libro, conteniendo los juramentos de lealtad a Su Majestad Británica, firmados en Buenos Aires en el curso de julio de 1806, por cincuenta y ocho habitantes de esta ciudad, junto con las palabras de los oficiales españoles y criollos del ejército regular y provincial de Buenos Aires”.

Ya a principios del siglo XX, el cuaderno había desaparecido de los archivos oficiales británicos. La suposición de Bernardo Lozier Almazan es que el cuaderno pasó por las manos del marqués de Wellesley, cuando fue Ministro de RR.EE. y que hoy forma parte de su colección personal. O, tal vez, haya sido destruido para salvar el nombre de aquellos que juraron fidelidad a una potencia extranjera que había ocupado la ciudad.

“De los seis miembros que constituyen la primera junta revolucionaria de Buenos Aires, tres se registran en esa lista” escribió Gillespie a Perceval cuando entregó el cuaderno en 1810. Se sabe que Saavedra y Castelli estaban entre esos 58 nombres.