7.6.06

lunes, 07.06.1806 - el Cabildo

Opuesto al Fuerte, frente a la Plaza Mayor, se levantaba el Cabildo, que aún permanece en pie, parcialmente, hoy en día. El Cabildo era la institución básica vecinal de las ciudades coloniales. Cuerpo colegiado cuyos miembros eran elegidos anualmente por los vecinos, tenían funciones administrativas, legislativas, judiciales, policiales y militares. Pese a que ya Juan de Garay (fundador de la ciudad) había asignado el solar donde hoy se levanta, hasta 1608, los cabildantes se reunían, precariamente, en el Fuerte, para llevar a cabo sus funciones. La modesta construcción del principio, anexó una sala grande de deliberaciones a la que se agregó un pequeño calabozo.

Abandonado en 1632, por el peligro de derrumbe, recién en 1725 se inicia la construcción del nuevo edificio, proyecto a cargo del jesuita Andrés Blanqui. El edificio de dos pisos y torre, contó con una campana que llamaba a sesiones, bautizada "Nuestra Señora de la Concepción". Los pisos altos se dispusieron para las funciones municipales mientras que en la planta baja estaba la guardia, la policía y la cárcel. El primer reloj de la ciudad, se instaló en 1763.

El edificio del Cabildo sufrió constantes modificaciones (agregados de campanas, remodelación de la torre), pero el principal cambio se dio en 1889 (con la apertura de la Avenida de Mayo) y en 1931 (con la Diagonal Sur) se demolieron distintas alas de la construcción. El Cabildo estuvo a punto de desaparecer pero, la presión de la opinión pública, evitó su fin, al declararse Monumento Histórico Nacional en 1933.

José Wilde recuerda que "la Cárcel y su cuerpo de guardia, situados en la parte baja del edificio, se hacían notables por su falta de aseo. En aquellos tiempos, desde temprano en la noche el centinela apostado en la puerta de la Cárcel daba el ¿quién vive? al transeúnte, obligando a todos a bajar a la plaza; es decir, no consintiendo su paso bajo los portales".